Boletin Migreurop n# 9 - Mayo 2019

La OIM, una organización al servicio de las fronteras... cerradas

El 4 de abril de 2019, la Organización Internacional para la Migraciones (OIM) hizo pública su preocupación sobre las personas migrantes detenidas en Libia.

En su comunicado hacía un ejercicio de “esclarecimiento”, necesario tras la toma de posición de Antonio Guterres, Secretario General de la ONU. Durante su visita a Libia, éste declaró estar contrariado ante los infortunios de las personas migrantes y lanzó una “llamada a la comunidad internacional” para el respeto del derecho internacional de los refugiados y la necesidad de tratar el problema de la migración de forma compatible (…) con los derechos humanos”.
En su declaración, la OIM se aseguró de no incriminar a ningún Estado ni tampoco a la “comunidad internacional”, señalada directamente por Antonio Guterres. Para la OIM la detención de las personas a las que sus agentes acogen en los “puntos de desembarque” es efectivamente “arbitraria”, pero esta se limita a solicitar “soluciones alternativas” a las detenciones practicadas por el gobierno libio. El apoyo que este recibe por parte de los Estados europeos, ávidos de encontrar colaboradores dispuestos a aplicar sus políticas de externalización, no se menciona. La OIM es, en efecto, un eslabón importante del dispositivo de disuasión y restricción de la emigración buscado por sus donantes. Sus actuaciones sin reservas la han llevado a ocupar una posición central dentro del sistema de Naciones Unidas en el que otras agencias e instancias mantienen posiciones más escrupulosas respecto a los derechos humanos.

El 5 de abril, el Secretario General de la OIM declaró estar especialmente preocupado por “la seguridad de los migrantes detenidos en caso de escalada de las acciones militares”. La reanudación de los enfrentamientos militares en la región de Trípoli han convertido la ficción de Libia “país seguro” menos sostenible. Sin embargo, ya no se trata solo de “defender” las fronteras de los países del norte del Mediterráneo, ahora Níger y Nigeria son los países en los que son desplazadas o conducidas centenares de personas bajo la “protección” de la OIM.

[Extracto - Editorial]

Fotografia : Pascaline Chappart