Baleares teme la llegada de pateras

El delegado del Gobierno anuncia más controles marítimos tras la llegada de una embarcación desde Argelia

Nadie se lo acaba de creer pero el temor existe. Tras la llegada de una patera a Mallorca, la segunda en los tres últimos meses, las autoridades de la comunidad autónoma balear alertan ya del peligro de que las mafias puedan abrir una nueva ruta para la inmigarción desde las costas argelinas.

Un día después de la llegada a Porto Colom (Felanitx) de nueve argelinos sin papeles en una vieja embarcación de pesca, el delegado del Gobierno central en Baleares, Ramón Socías, apostó por incrementar el control y la vigilancia en la costa balear. Así lo anunció en rueda de prensa en la que ofreció detalles sobre la operación llevada a cabo para rescatar a los nueve inmigrantes a bordo de una patera que se encontraba a la deriva a unas 15 millas al sudeste del Cap Salines.

Socías señaló que los nueve inmigrantes salieron a las 4 de la madrugada del día 31 de Dellys (Argelia) con la intención de aprovechar el fin de año para burlar los sistemas de vigilancia. No se descarta que su intención inicial fuese llegar a la costa de Almería pero que se perdiese. Avala esa hipótesis el hecho de que ese mismo día 31, sobre las 16.30 horas, llegase también otro destartalado pesquero a Almería con once inmigrantes argelinos a bordo.

Otra posibilidad es que una o ambas embarcaciones contara con el apoyo de algún buque nodriza en alta mar. Según el delegado del Gobierno balear, los nueve argelinos arribados a Mallorca «habrían permanecido cerca de 35 horas a bordo de la embarcación, de nombre Soraya». Al parecer fueron abandonados por dos presuntos patronos que huyeron en otra embarcación auxiliar, y que no han sido encontrados.

Una vez comentados los hechos, el delegado del Gobierno en Baleares señaló que «es necesario no bajar la guardia, a pesar de que hasta ahora Baleares no se ha visto sometida a la presión que tienen otras comunidades por el problema de la inmigración». De todos modos, recordó que ya el pasado 29 de septiembre llegó otra patera, que entonces se consideró oficiosamente como la primera que llegaba a las islas Baleares.

En aquella ocasión, la embarcación, también muy rudimentaria y de unos siete metros de eslora, fue encontrada abandonada en la playa de Sant Lluís de Menorca. En el interior del bote se encontraron restos de pan, agua y otros alimentos, además de diversos productos que registraban un etiquetaje escrito en lengua árabe y fabricados en Argel. Asimismo, se hallaron dos garrafas de combustible vacías y tres trajes de agua.

Posteriormente, la policía detuvo a tres argelinos indocumentados que intentaban salir de la isla en un ferry. Tenían entre 25 y 35 años y sobre uno de ellos pesaba ya una orden de expulsión tramitada desde Logroño por haber entrado ilegalmente en España. Sin embargo, la policía no pudo asegurar que los detenidos fuesen los que llegaron en patera ya que los tres declararon que habían llegado en un barco normal.

Según los datos de la Secretaría de Estado de inmigración y emigración, en el año 2004 se detectó también la llegada de cuatro inmigrantes irregulares a Eivissa.

La Guardia Civil dispone de cuatro lanchas y un helicóptero para la vigilancia de la costa balear, a las que se suma la patrullera con la que cuenta Vigilancia Aduanera. Hasta ahora, las actividades de vigilancia se han centrado en el control de las mafias de transporte de droga, pero la intención es que sirvan también para evitar que «Baleares se convierta en una nueva ruta de entrada de inmigración ilegal».

En el sur de España algunas de las rutas abiertas por los traficantes han sido reutilizadas también para el tráfico de personas. En el caso de las islas Baleares existen precedentes también de contrabandistas de tabaco y durante la Guerra Civil de republicanos que huían en barcas de los nacionales. La distancia entre Argelia y la isla de Menorca es de 350 kilómetros, pero en determinadas épocas del año con vientos favorables y un mar en calme la travesía no es demasiado complicada, especialmente para los pescadores que conocen mínimamente las aguas mediterráneas.

Los intensos controles en el área de Gibraltar y en las costas de Marruecos y Mauritania ya provocaron un primer cambio de rutas con el desplazamiento hacia el sur, y las salidas de piraguas desde Senegal. La posibilidad de que los inmigrantes subsaharianos que entran en Marruecos desde Argelia puedan buscar una nueva vía desde este último país no puede tampoco descartarse.

Según explicó el delegado insular, «los detenidos se encuentran en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía, a la espera de que hoy sean trasladados a los juzgados de Manacor donde prestarán declaración». A partir de ese momento, los nueve inmigrantes serán trasladados a un centro de internamiento de Valencia, para cuyo desplazamiento ya se han reservado plazas en avión. Una vez en Valencia, el cónsul argelino deberá verificar su nacionalidad, para posteriormente proceder a su repatriación, para lo que existe un plazo máximo de 40 días.

Source: La Vanguardia